18 de noviembre de 2017

La vida


Sí... a veces la vida  te golpea , te tumba boca abajo
sin siquiera dar previo aviso
pero tan rápido como puedes te levantas soberbia  y firme,
sacudiéndote el polvo y omitiendo las heridas
creyendo que puedes, porque es cierto, Puedes...
Pero entonces no tarda mucho y vuelve a sacudirte,
a confundirte el camino, a ponerte la carrera cuesta arriba
y cansada esta vez, desde el piso respiras profundo y entiendes
que está bien llorar, e incluso tener miedo,
que levantarte deprisa no significa ser fuerte sin aún
haberte curado las heridas para continuar la aventura
y que es cierto,  a veces no somos dueños del destino
y nos sorprende y nos hiere duro pero nos hace fuertes,
fuertes desde alma, para reconocer que somos frágiles
pero también tenaces, y que sin importar cuantas veces nos tumbe,
nos reinventamos, nos levantamos, sanamos,
volvemos a sonreír desde el alma y luchamos.

Porque si vamos a vivir, que la travesía  valga siempre la pena,
con el corazón latiendo fuerte, amando, llorando, siendo fuerte,
siendo incluso débil, pero jamás rindiéndose.
Porque todos nos tropezamos, nos cansamos y sí, todos lloramos,
algunos para adentro, otros afuera y hasta algunos lloran
sin siquiera darse cuenta, pero tomamos aire y seguimos,
no por inercia, no por la corriente, sino por amor,
amor a esta vida que nos  golpea, nos sonríe y nos  enseña...














 

21 de julio de 2016

Valle de la indesicion

Ha sido el tiempo más duro por el que mis corazón haya caminado jamás;
Buscando respuestas, encontrando preguntas, decepcionada, herida y esperanzada.

La vida me fuerza tomar un camino,
mientras tú te aferras esperanzado
A la idea de encontrarme en la siguiente esquina, Esperando que abandone parte de lo que amo y luche por un futuro a tu lado.

Y aquí estoy,
en este valle de indesicion,
Recordándote, detestandote,
extrandote y amándote
Esperando no por ti, ni por mis esperanzas a cumplir, esperando por un toque del cielo,
Con mis rodillas en el suelo y mi corazón sediento, añorando que Dios me dé el valor para seguir el camino que él para mi deparó, dejándote ir o amándote hasta el fin.

19 de julio de 2016

No podría...

No podria negar mi cara de ilusa mirando a la tuya
Creyendo que jamás podrían tus ojos fijarse en los míos.
Ni podría olvidar el primer inesperado abrazo, con el primer te quiero que tus labios un día  me regalaron.
Y recordar Como se sintió el corazón aquel dīa tan lleno de ilusión e incertidumbre, tan lleno de alegría por saberse amado y a la vez tan perdida preguntandose si el cielo correspondería nuestros sueños.

No podría contar cuantas veces sonreí mirándote pérdida, ni nombrar cuanta dicha encontré con tu compañía;
Ni podría explicarte qué no daría por devolver el tiempo y recuperar la dulzura de ese amor de antaño que no se ha extinguido en nuestro pecho  pero que ha hallado heridas y cicatrices que tan sólo el cielo pudiera sonar.

Y esque aun que a veces lo quisiera, No podría negar con mi corazón que cada día que pasa a pesar de tu error te sigo queriendo y te sigo perdonando y te sigo abrazando en lo profundo de mi pecho añorando que todo esta tormenta no sea más que un triste sueño.

No podría... aunque se me cansase el alma, negar que te he querido, porque te he amado aún debajo de la sombra de mi incertidumbre, de la  manera más pura y dulce que mi torpe corazón jamás hasta hoy habría querido...

13 de mayo de 2015

Recordando

Recuerdo nuestras letras,
Las noches interminables,
El aroma de tu compañía
y la dulzura de tu mirada  cuando se detenía a mirarme sacando de mi alma sonrisas tímidas.

Recuerdo nuestro primer encuentro y el último "hasta pronto", 
con el sentimiento y los ocasos que se anidan en el pecho. 

Recuerdo los poemas que un día fueron míos, las caricias que aún se sienten en la piel, las tardes de árboles y mantas en el pasto, recuerdo a mi nota favorita creando canciones en el pentagrama de mi vida... 






30 de abril de 2015

Pisadas de antaño


Las horas asoman por el vértice singular del tiempo
y recorre la memoria las pisadas de antaño,
Las incontables veces que volábamos imaginando,
corriendo por los pasillos y
gritándole al mundo en la cara
que no importaba si fuese abril o Mayo
siempre habrían sonrisas esperanzadoras
en las miradas de estos ingenuos
capaces de cambiar al mundo entero.

Cuantas pisadas
han quedado guardadas
en el silencio sonriente de la vida,
y Cuantas estrellas recuerdan aún nuestras promesas
de llegar algún día hasta ellas.

Mi nota favorita, vuelve,
convirtamos las pisadas de antaño en presente...
te extraño.